Ann Louise Bardach
Cuba Confidential: Love and Vengeance in Miami and Havana
Allá por el 2003 salió este revelador y a la vez apasionante libro sobre los cubanos huidos a Miami, poco después de que el famoso caso de Elián González y su madre ahogada tratando de llegar a la libertad de Estados Unidos levantara una gran polémica. El libro es altamente recomendable si se quiere obtener un fiel retrato de los sufrimientos y situaciones por los que pasan estas personas esclavas de la dictadura cubana, para ver y comprender lo que les mueve a arriesgar sus vidas buscando la libertad que les niegan en Cuba, libertad que los progres apesebrados españoles no conciben. La autora realiza un trabajo de investigación periodístico muy detallado, pero sin perder el hilo del interés, de la vida de sus protagonistas, por lo que no es un libro político ni de ideologías. Tampoco entra a valorar si la extradición del niño Elián a su padre, el lame-traseros de los Castro, fue correcta o no, cosa que particularmente me parece mal, pues está claro qué parte es la primida y cual la opresora. Ninguna feminista-progre -por cierto- salió en defensa de la madre ahogada, cuyo propósito era el llevar a su hijo a Estados Unidos. El que la fiscal americana, la demócrata de turno, hubiera raptado al niño para devolverlo a su padre en Cuba les parece a todas esas hipócritas feministas muy bien. Si la violencia machista es en Cuba, entonces no es violencia, es justicia, claro. Hipocritonas.
De hecho la autora, se le nota, es una progre americana (nada que ver con la izquierda de nazionalista española) en su intento de ser imparcial ante los bandos opuestos: de ahí el “vengeance” del título. Pero hecha esa salvedad el libro es un excelente mosaico de vidas y de historias, dolorosas, y apasionantes de leer. No es un libro sobre el caso Elián González, cuidado. Éste sólo es un caso más.
Es un libro sobre las personas que forman la comunidad cubana en Miami. Sobre individuos y familias separadas. No sobre países, ni pueblos, ni capitalismo ni comunismo, ni otros tonterismos propios de embaucadores. Periodismo puro como la vida misma.