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El Rincón del Servil

Fernando Díaz-Plaja en su El español y los siete pecados capitales se quedó corto a la hora de describir los males ancestrales que infectan el carácter ibérico o hispano, que tanto monta. Algunos historiadores del siglo XX introdujeron el manido tema de discusión de las Dos Españas para referirse a los dos bandos españoles irreconciliables. A estas alturas, creo, está ya desacreditada esa referencia bipartita, puesto que no hay más que una manera de ser hispana. Y es que todos poseemos esos rasgos que nos hacen comunes -mal que nos pese- y que han sido heredados, en mayor o menor medida, a través de los genes nacionales, de degeneración en degeneración, desde aquellos que retrató Estrabón de oídas (porque él nunca vino hasta aquí) hasta hoy.


El mal hecho con la expulsión de los judíos, luego de los moriscos, luego de los pocos españoles que querían trabajar y prosperar a través de la emigración, ha hecho de este conglomerado de tribus nacionalistas un pudridero de país, donde solo se crían la envidia, la holgazanería y la cobardía de aquellos que prefieren no ver la verdad si ésta no les sale lucrativa. No se defiende a los perseguidos, a las víctimas: ahí está ese pequeño Estado nazi-católico del País Vasco, al que le sobra la "v". Los catalanes chuleándose frente al gobierno de España y chantajeándole, mientras han abolido la Constitución en materia de su conveniencia y se conservan a expensas de su galopante déficit que le pagamos el resto del Estado. Y todas las demás autonomías, mientras, de fiesta, al botellón, y a la manifestación progre de turno. Este país no tiene ni la mitad de desgracias que en verdad se merece, pues su envilecimiento no tiene límites: sufrimos el mayor atentado terrorista de la historia de Europa, dos días antes de unas elecciones, y en vez de apoyar al Estado de Derecho, se usa para dar un golpe de Estado que todos aplauden. Se monta un tinglado judicial para inculpar por dicho crimen a unos supuestos islamistas, cuyo motivo para el crimen habría sido la participación de España en la guerra de Irak, y en lugar de mantenerse firme como país soberano de sus decisiones, e inflexible ante los chantajes terrotistas, hacemos todo lo contrario: No a la Guerra. ¿Se le engañó al pueblo diciéndole que eran los islamistas? No, porque el pueblo español es tan vil y cobarde que quería ser engañado.


Irónicamente hemos denominado a esta sección como el 'rincón' del servil, cuando la palabra 'rincón' está más apropiadamente usada, en el contexto español, a los héroes, a las personas decentes. Pues está el país tan lleno de rincones de vileza, de envidia, hipocresía, y de cobardía, que, realmente, ya no son rincones, sino la plaza pública.

 

 

Revelation 22:8-9

I fell down to worship before the feet of the angel who showed me these things. Then he said to me: 'See that you do not do that. For I am your fellow servant (…) Worship God."


NINOTCHKA,

O EL DISCRETO DESENCANTO CON EL SOCIALISMO 

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On Cuba's Revolution:

"The revolution was a cover for committing atrocities without the slightest vestige of guilt ... we were young and irresponsible. We were pirates. We formed our own caste ... we belonged to and believed in nothing -no religion, no flag, no morality or principle. It's fortunate we didn't win, because if we had, we would have drowned the continent in barbarism."

Jorge Masetti, In the Pirate's Den

España [por el contrario de Estados Unidos] se ha ido configurando, siglo a siglo, como una sociedad herida por la envidia, en la que todavía hacer demagogia con la pobreza rinde réditos electorales y donde los que han tenido o tienen grandes riquezas -tanto los progres como la iglesia católica– no pocas veces predican la solidaridad con el prójimo a la vez que protegen sus patrimonios nada desdeñables en SICAVs, algo, dicho sea de paso, bastante lógico tal y como está el panorama fiscal.”

César Vidal en su artículo Las razones de una diferencia en Libertaddigital.com

2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.

3.1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

'The Pale Maiden'
"Thus heaven I've forfeited,
I know it full well
My soul, once true to God
Is chosen for hell."

by Karl Marx

from Richard Wurmbrand´s book on Marx

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