Sarah Palin
Going Rogue · An American Life
El personaje que relata sus memorias en este libro fue la mujer a quien llamó el senador John McCain para acompañarle en el ticket a la Casa Blanca durante las elecciones presidenciales que llevaron, en cambio, al demócrata Obama, en su primera legistatura. Palin fue governadora de Alaska. Es una mujer conservadora en toda la línea, no de los que juegan al doble discurso. Esto la llevó a obtener la animadversión o el apoyo de detractores y seguidores respectivamente. Está visto que un presidente católico no ha supuesto ningún motivo de preocupación entre el electorado americano: Kennedy. Ni siquiera un mormón ha despertado casi comentario alguno: Romney. Y hasta un musulmán disfrazado de cristiano a la moda ha tenido éxito: Obama. Pero, ay! Un cristiano evangélico, y más una mujera, y más de derechas... Eso no podía ser. Y de evitarlo se han encargado los medios progres, que también en Estados Unidos son abundantes, lamentablemente.
Sarah Palin cuenta su caso. Porque es un caso, más que una vida, vista la deriva que su vida ha dado una vez John McCain la llamó para ser su candidata a la vicepresidencia. Sinceridad, incorruptibilidad, dedicación, valores, ánimo y el apoyo de su familia no le han faltado. No estuvo lejos de conseguirlo. En este libro verán la maquinaria que se puso en marcha para impedir que llegase a ganar, junto con McCain, aquellas elecciones. Las mentiras, el juego sucio, en fin, todo lo que se mueve en torno a la política y a los medios. Dirán ustedes que allá también la política es corrupta y los medios igual de progres. No, párense ahí. Allí la gente progre lo es por convicción, y si juegan sucio es por astucia y por falta de escrúpulos. Pero no son abyectos lame-traseros, serviles al primero que les promete un sueldo o un puestecillo a dedo en una oficinilla. Cuidado, un respeto. América no es la mafia catalana, ni son racistas como nuestros vascos y catalanes, ni unos atontados paletos sin otra experiencia laboral que la de político de carrera como nuestro Zapatero o Rajoy.
En fin, que si tanto ladran los progres en su contra, sólo eso ya da pruebas del valor que tiene la persona y de lo importante que hubiera sido su elección para el futuro de ese país. Una mujer con experiencia en el mundo empresarial, como madre de familia, con un hijo con síndrome de Down, amante de los deportes y del medio ambiente, que sabe cazar como negociar con empresas de petróleo, una trabajadora infatigable, y culta hasta darle mil vueltas a esas dos Sorayas españolas. No podemos esperar que los políticos sean honrados y decentes si cuando sale uno a la palestra no se le apoya, sino que se le acusa PRECISAMENTE de ser diferente a los demás. Una mujer que vale un imperio.