La patria de los presos etarras es el infierno. A ella se están acercando, cada día más.
"He aquí los ojos de un ser superior. Que se cree justo, se cree bueno. Los demás no solo son inferiores a él: no merecen vivir. He aquí la mirada del portador del dolor y la muerte, para repartirla entre los que no son de su tribu, lo que no piensan como él; deben sufrir o morir; no merecen tolerancia ni respeto; que se vayan o se mueran.
Yo soy la muerte, soy el torturador de mi prójimo; soy el odio y la intolerancia. Yo digo quien puede vivir y quien debe morir. Yo conozco la verdad y la justicia. Los demás, no. Y yo les enseño y les corrijo. En mi tierra no hay sitio para gente que piensa distinto, que siente distinto a como yo pienso y siento. Vosotros no entendéis que si os torturo, si os matamos, es por vuestro bien, y por el bien de nuestra tierra. Así, con el ejemplo aprenderéis, los que no sois de mi tierra, los de fuera, a vosotros, que no comprendéis porque no sois de aquí, marcharos de mi tierra.
La nación vasca es la verdad última, lo que importa... ¿pero qué digo? ¿qué me importa? ¿acaso no soy un hombre como mis víctimas? ¿acaso no tengo una nuca en la que alguien puede también pegarme un tiro? ¿y si fuera yo el torturado? Tener que vivir como un perro enjaulado durante meses, sin luz, en un zulo... Pero yo sé la verdad. Los que están errados son los demás. Más vale que esté seguro. ¿Pero vale la pena matar y torturar por esta convicción, que no es más que una idea apoyada en las armas? Una idea sí, pero es la verdad, y representa la felicidad de mi país. Felicidad. ¿Qué sé yo de felicidad, si no tengo más que odio?
Soy el portador del mal, de la muerte, del dolor. Mientras odio, vivo. Para morir ya tendré tiempo. Me queda todo el infierno por delante. Allí veré a mi familia cuando me muera. A mi madre, que ya está allá, y me espera. Sí, por fin todos los presos estaremos cerca de nuestra querida patria, nuestra verdadera patria: el infierno."
Mateo 18, 10: "Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeñitos, porque os digo que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos."
María Begoña Urroz Ibarrola, 1 año y medio. Asesinada por ETA en San Sebastián (Guipúzcoa) el día 28/06/60, al hacer explosión una bomba que los terroristas pusieron en la consigna de la estación de ferrocarril de Amara.
José María Piris Carballo, 13 años. Asesinado por ETA en Azcoitia (Guipúzcoa) el día 29/03/80, al hacer explosión una bomba que los terroristas habían colocado dentro de una bolsa de deporte.
Alfredo Aguirre Belascoain, 13 años. Asesinado por ETA en Pamplona (Navarra) el día 30/05/85, al hacer explosión una bomba trampa que los terroristas había colocado en un portal.
Daniel Garrido Velasco, 14 años. Asesinado por ETA en San Sebastián (Guipúzcoa) el día 25/10/86, al hacer explosión una bomba que dos terroristas que iban en moto dejaron sobre el techo del coche donde viajaba en compañía de sus padres. Sus padres también murieron en el mismo atentado.
Sonia Cabrerizo Mármol, 15 años. Asesinada por ETA en Barcelona el día 19/06/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en los aparcamientos subterráneos del centro comercial Hipercor. En este atentado murieron 21 personas.
Susana Cabrerizo Mármol, 13 años. Asesinada por ETA en Barcelona el día 19/06/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en los aparcamientos subterráneos del centro comercial Hipercor. En este atentado murieron 21 personas.
Silvia Vicente Manzanares, 13 años. Asesinada por ETA en Barcelona el día 19/06/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en los aparcamientos subterráneos del centro comercial Hipercor. En este atentado murieron 21 personas.
Jorge Vicente Manzanares, 9 años. Asesinado por ETA en Barcelona el día 19/06/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en los aparcamientos subterráneos del centro comercial Hipercor. En este atentado murieron 21 personas.
Silvia Pino Fernández, 7 años. Asesinada por ETA en Zaragoza el día 11/12/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en la casa-cuartel de la Guardia Civil.
Silvia Ballarín Gay, 6 años. Asesinada por ETA en Zaragoza el día 11/12/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en la casa-cuartel de la Guardia Civil.
Rocío Capilla Franco, 12 años. Asesinada por ETA en Zaragoza el día 11/12/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en la casa-cuartel de la Guardia Civil.
Pedro Alcaraz Martos, 16 años. Asesinado por ETA en Zaragoza el día 11/12/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en la casa-cuartel de la Guardia Civil.
Esther Barrera Alcaraz, 3 años. Asesinada por ETA en Zaragoza el día 11/12/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en la casa-cuartel de la Guardia Civil.
Miriam Barrera Alcaraz, 3 años. Asesinada por ETA en Zaragoza el día 11/12/87, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en la casa-cuartel de la Guardia Civil.
Luis Delgado Villalonga, 3 años. Asesinado por ETA en Madrid el día 23/11/88, al hacer explosión un coche bomba.
María del Coro Villamudria Sánchez, 17 años. Asesinada por ETA en San Sebastián (Guipúzcoa), el día15/04/91, al hacer explosión una bomba lapa adosada a los bajos del coche de su padre, en el momento en que llevaba al colegio a sus cuatro hijos. Sus tres hermanos resultaron heridos.
María Cristina Rosa Muñoz, 14 años. Asesinada por ETA en Vic (Barcelona) el día 29/05/91, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas empujaron hacia el interior del patio de la casa-cuartel de la Guardia Civil, donde solían jugar los niños.
María Dolores Quesada Araque, 8 años. Asesinada por ETA en Vic (Barcelona) el día 29/05/91, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas empujaron hacia el interior del patio de la casa-cuartel de la Guardia Civil, donde solían jugar los niños.
Ana Cristina Porras López, 10 años. Asesinada por ETA en Vic (Barcelona) el día 29/05/91, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas empujaron hacia el interior del patio de la casa-cuartel de la Guardia Civil, donde solían jugar los niños.
Vanesa Ruiz Lara, 11 años. Asesinada por ETA en Vic (Barcelona) el día 29/05/91, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas empujaron hacia el interior del patio de la casa-cuartel de la Guardia Civil, donde solían jugar los niños.
Francisco Díaz Sánchez, 17 años. Asesinado por ETA en Vic (Barcelona) el día 29/05/91, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas empujaron hacia el interior del patio de la casa-cuartel de la Guardia Civil, donde solían jugar los niños.
Fabio Moreno Alsa, 2 años. Asesinado por ETA en Erandio (Vizcaya), al hacer explosión una bomba que los terroristas introdujeron en el interior del coche de su padre.
Juan José Carrasco Herrero, 13 años. Asesinado por ETA en Madrid el día 23/03/92, al hacer explosión una bomba que los terroristas pusieron en los bajos del vehículo de su padre.
Silvia Martínez Santiago, 6 años. Asesinada por ETA en Santa Pola (Alicante) el día 04/08/02, al hacer explosión un coche bomba que los terroristas activaron en la casa-cuartel de la Guardia Civil.
http://www.libertaddigital.com/nacional/2011-10-29/ninos-asesinados-por-eta-1276439799/
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Diálogo a medias entre el cielo y la tierra
-Juanjo y su cuñado Sergio son polos opuestos. Se llevan bien porque no les queda más remedio, que sino... chispas hace años que hubieran saltado entre los dos. Iván es carpintero desde chiquillo, cuando comenzó a hacer sus prácticas en el taller de su tío-abuelo. Su tío-abuelo, Joaquín, hacía a mano, y completamente por sí solo, barcas a remos, de madera de pino. Y después de la jornada de trabajo aún se quedaba más horas trabajando, y a casa no iba salvo que no hubiera trabajo, prácticamente. Joaquín era un viejo soltero. Juanjo lo visitaba de pequeño, interesado ya por aquella tarea que consumía los días, y parte de las noches, de aquel viejo ermitaño. Más que por contemplar la tarea artesanal del viejo, aunque ésta sí servía como reclamo, se interesaba por su conversación llena de vida y calor humano. Nunca supo el joven de donde había sacado tantos conocimientos aquel viejo, tantas experiencias, y contado todo ello sin signo alguno de titubeo ni de arrogancia. Tan natural. En fin, Juanjo no se convertiría en un extraordinario carpintero, pero sí podemos decir que el alma de aquel niño, luego joven, y ahora hombre, se forjaría al calor de la conversación diaria con aquel misterioso y venerable mayor. Juanjo es hoy un soñador, un alma libre y auto-suficiente. Juanjo es pobre, pobre si entendemos por ello que nunca ha andado demasiado bien de dinero.
Al contrario, Sergio, es un espejo de virtudes familiares y ciudadanas. Preocupado por el bien de su familia de su pueblo, de los que sufren, de los pobres, en fin, preocupado por el mundo en general y por lo que toque preocuparse. Tal es su consternación por las injusticias y males que aquejan a su sociedad y al mundo en que vive que las horas que pasa fuera del trabajo se las gasta con sus amigotes compartiendo quejas, señalando injusticias sociales, apuntando a los culpables de todo mal y, en definitiva, repitiendo a su manera las noticias que ha escuchado durante el día por la radio en el coche de camino a casa. Sergio es un ser social y solidario. Sergio sí tiene dinero ahorrado. Además tiene una esposa y una hija que lo adoran. Sergio es soldador desde los dieciocho años. Nunca ha estado en el paro. Fue, en su momento, el objetivo número uno de las jóvenes casaderas del lugar que buscaban un buen plan, algo así como hoy los jóvenes buscan ser funcionarios.
Mundos tan dispares como los de Juanjo y Sergio, unidos de manera forzada por una hermana y una esposa, no podían sino encontrarse más que en algún raro evento familiar o, ¿dónde sino?, en la cafetería del pueblo. Y cuando se encontraban allí, tras los prolegómenos salutatorios de rigor, alguna vez que otra, si no se encontraban acompañados, se sentaban el uno a la mesa del otro, atraídos por la misma ley que junta los polos opuestos de un imán. Y así daban comienzo conversaciones como ésta.
-¿Y qué es de tu vida?
-Pues como siempre, trabajando.
-Ya, tú trabajando... más bien perdiendo el tiempo con ese jefe que te chupa la sangre.
-Qué va. El tipo me paga lo que debe; yo no tengo ninguna queja.
-Pues tu hermana me dice que no está pagando puntualmente a los obreros. Yo creo que le has cogido cariño. Como al viejo Joaquín.
-Hum. Mala persona no es. Este mes me pagó unos días tarde pero no tiene importancia. Pero tanto como cariño... no es el viejo, no. El viejo no hubiera podido pagarse ni a sí mismo.
-Son todos iguales, hombre. Quieren todo el dinero para ellos. Hay que pararle los pies a esos capitalistas.
Juanjo calla. Sabe cuánto le molesta a su cuñado que no le sigan el hilo de la conversación que él quiere. Más silencio. Y luego:
-Oye Sergio, ¿por qué te preocupas tanto por el dinero? A tí te va bien, ¿no?
-Claro. Pero porque no me dejo pisar mis derechos. El poder está en manos de los que tienen el dinero, y así va el mundo. Tú no te quieres enterar. Vives en tu mundo y te da igual que llueva o que truene. Y así te va...
-Pero si no me falta de nada. Como y visto igual que tú; tengo incluso más tiempo libre, porque tú te lo pasas discutiendo sobre el trabajo y... no viendo más que lo que alcanza tu nariz.
Esto no sonaría nada bien a Sergio, quien le espetaría una dura mirada a su contrincante, pero que sería rechazada con otra, igual de dura y retadora.
-Tú sigue con tus filosofías si quieres.
-No es filosofía. Es una manera de ser distinta y nada más.
Y luego vendrían las palabras de despedida de rigor, con algún buen deseo, quizás, y finalmente el uno regresaría a su hogar, a su familia y a su confort de clase media. El otro a un mundo similar, no muy distinto en términos de calidad de vida, pero de naturaleza muy distinta. Una naturaleza no perceptible a simple vista, y sin embargo no menos real.
Sábado 17/03/2012