Henri Pirenne

La democracia urbana: Una vieja historia

Sintetizados en apenas 300 páginas de cortos capítulos está el origen de la burguesía europea, la evolución hacia el capitalismo y sus posteriores etapas; simultáneamente, el origen y evolución de las ciudades europeas al calor del capital de los nuevos burgueses e industriales. El autor se centra geográficamente, para poner a prueba su historia, en los Países Pajos, las ciudades de Holanda y Bélgica, sin dejar de mencionar cuando se hace pertinente a otras ciudades paradigmáticas como Venecia o Milán. Los Países Bajos porque es el área de Europa donde este origen y evolución se aprecia más nítidamente, por su precocidad y por la densidad de núcleos urbanos donde el capitalismo dio sus primeros pasos tras la caída del Imperio Romano y de la desaparición del peligro de invasión musulmana tras siglo acometiendo a la Europa cristiana. Es curioso observar cómo, precisamente, estos siglos fueron aprovechados en el norte de Europa para emprender esta aventura, para que las masas campesinas siervas de su noble local de turno se pudieran deshacer de dicha atadura y buscaran una vida mejor, llevadas del deseo de libertad y con la única carga del riesgo que suponía tener que buscarse uno mismo la vida sin depender de la "protección" de un amo. Digo, mientras esto sucedía en los Países Bajos, en el norte de Alemania y en Venecia o Milán, en España las gentes se ocupaban diariamente con sobrevivir un día más a las incursiones de los musulmanes invasores, a expandirse por las tierras libres del sur que les habían sido robadas por los extranjeros mahometanos, y así durante siglos. Cierto que este factor no fue el único ni mucho menos a la hora de causar el retraso de España como potencia comercial e industrial al comienzo de la Edad Moderna, pero es sin duda un gran contratiempo. Mayor y más duradera sería la influencia de la Contra-Reforma Católica, que definitivamente puso el candado a cualquier atisbo de libertad y de empresa que las mentes hispanas pudieran concebir, hasta hoy. La excelente localización de las ciudades holandesas y belgas, en la intersección de ríos, antiguos puertos y caminos, permitió que los primeros emprendedores europeos pusieran a prueba sus talentos, y este es el escenario que elige Pirenne para su ensayo, precisamente Pirenne era belga y conocía bien lo que describía.

Esta historia describe también los conflictos sociales que se sucedieron entre las partes; la germinación de nuevas clases; y lo más interesante y a la vez enrevesado: las luchas de poder entre las clases dominantes a lo largo de las distintas fases o épocas. Es muy curioso de observar, pero también difícil de seguir, cómo el Poder va oscilando de un lado a otro, de unas manos a otras, cómo se hace el reparto. Especialmente curioso de ver es cómo la nobleza en el siglo XI y XII se apunta a esta surgiente idea, el capitalismo, cuando pasan de una actitud de dejar hacer a cambio de los impuestos de rigor, a ser protagonistas mediante préstamos e inversiones de capital en este nuevo escenario del comercio y la industria. Como una gallina de los huevos de oro a la que todos quieren para sí y por la que se pelean y obstaculizan unos a otros. Vemos cómo va cambiando el paisaje urbano en los Países Bajos a lo largo de la historia y cómo el mercado se va transformando y adaptando a los rigores que la historia le impone, con etapas de más libertad y competencia y otras de menos libertad y más privilegios; vemos cómo las monarquías absolutas ejercen su control, cómo lo hacen las dictaduras acapitalistas de los gremios, los obispos y nobles... Pirenne nos muestra la historia con sus órganos vitales al descubierto.

Si el libro no hubiera sido escrito por este genio historiador de principios del siglo XX que fue Pirenne, sería un tostón, sin embargo es legible, interesante y por momentos apasionante. No es la lectura que se pueda hacer ligeramente, y esto no por que sea difícil o académico, sino por lo condensado de la materia. Merece una segunda lectura. Y desde luego abre el apetito para adentrarse más en la meteria, más a fondo.